Precauciones
Observación solar segura
¡OBSERVAR EL SOL DIRECTAMENTE, O CON INSTRUMENTOS ÓPTICOS, SIN PROTECCIÓN, PUEDE DAÑAR SERIAMENTE LOS OJOS!
Siempre se deben utilizar medidas de seguridad, como gafas especiales u otros métodos homologados y certificados
Hace cuatro siglos, Galileo Galilei sufrió daño visual permanente después de mirar el Sol con el primer telescopio que se aplicó a la observación astronómica. Seguramente él no era consciente del peligro de esta práctica, pero... ¡NOSOTROS SÍ!
El ojo humano es extremadamente susceptible a los efectos adversos de la exposición prolongada a la luz solar directa. Incluso un pequeño rayo de luz de esta, puede ser demasiado brillante para nuestros ojos. Menos del 1 por ciento del Sol visible es aún 4.000 veces más brillante que la luna llena. Esto se traduce en un riesgo para la salud ocular, ya que incluso breves períodos de observación directa del Sol pueden ocasionar daños graves.
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Entre las consecuencias más destacables se encuentran la retinopatía, pterigión, cataratas y, en casos más extremos, la pérdida total de la visión. La retinopatía, que es una lesión en la retina, puede provocarse como resultado de la observación directa del Sol. Aunque la pérdida de visión asociada a este daño generalmente es reversible, se han documentado casos de pérdida irreversible.
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​Los daños oculares derivados de esta exposición a la luz solar pueden clasificarse en dos categorías: daños térmicos, que resultan de exposiciones intensas y breves, generando un aumento de la temperatura de la retina, y daños fotoquímicos, que se producen por reacciones fotoquímicas retinianas causadas por la exposición prolongada a la luz, aunque esta sea de menor intensidad.
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​La peculiaridad de la retina, que carece de receptores de dolor, impide que su quemadura genere sensaciones dolorosas, y los síntomas del daño suelen manifestarse al día siguiente. La falta de molestias al mirar directamente al Sol no excluye la posibilidad de daño ocular.
Incluso al observar un eclipse solar, el ojo está expuesto a niveles dañinos de radiación ultravioleta, emitida por el sol. La falta de percepción visual de esta radiación no atenúa su capacidad de causar daños en los tejidos oculares.
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​Aunque la radiación infrarroja no presenta riesgos directos para los ojos en comparación con la radiación ultravioleta o la luz visible intensa, la exposición prolongada a niveles extremadamente altos de radiación infrarroja, como la proveniente de fuentes intensas de calor, podría ocasionar daño térmico a los tejidos oculares.
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​Durante la totalidad de un eclipse solar total, no se requiere protección ocular, ya que su luz desaparece temporalmente. Sin embargo, es esencial usar protección durante las fases parciales y para observar eclipses anulares y parciales. Durante estos eventos, la disminución de la luz ambiente provoca que la pupila no se contraiga, lo que facilita la entrada de una mayor cantidad de luz, aumentando así el riesgo de lesiones.
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​Es esencial destacar que la utilización de instrumentos ópticos, como telescopios o prismáticos, sin las debidas medidas de protección, intensifica considerablemente estos riesgos.
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​En consecuencia, tener conciencia de los peligros asociados con la observación directa del Sol es crucial, y adoptar medidas preventivas es imperativo para preservar la salud visual.
La región marcada por el círculo rojo es la lesión generada en el ojo tras mirar directamente y sin protección un eclipse solar anular de sol.
​Aunque estas advertencias pueden disuadir a algunas personas de participar en actividades de observación solar, es importante destacar que, con las precauciones adecuadas, la observación del Sol puede ser segura, fascinante y educativa.
MÉTODOS NO SEGUROS DE OBSERVACIÓN SOLAR
Es evidente que la observación directa del Sol sin protección conlleva riesgos y puede acarrear consecuencias indeseables. Sin embargo, el uso de medidas inadecuadas también constituye una práctica peligrosa. El empleo de diversos materiales y métodos comúnmente utilizados para la observación de un eclipse puede entrañar peligros que debemos tener en cuenta. Por ello, es imperativo abstenerse de emplear los siguientes medios tanto en observaciones solares a simple vista como a través de instrumentos ópticos:
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RADIOGRAFÍAS O NEGATIVOS FOTOGRÁFICOS VELADOS DE LOS ANTIGUOS CARRETES.
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CRISTALES AHUMADOS O CUALQUIER VIDRIO OSCURO NO HOMOLOGADO.
(aunque aparentemente nos dejen ver el Sol con comodidad) -
GAFAS DE SOL NORMALES.
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ANTIGUOS DISQUETES DE ORDENADOR.
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Algunos telescopios de baja calidad incluyen un filtro solar como accesorio que se enrosca en los oculares. Este consiste simplemente en un cristal oscurecido y coloreado, incapaz de filtrar radiaciones perjudiciales más allá del espectro visible, como la radiación ultravioleta. Además, al ubicarse en el ocular, casi al final del recorrido óptico del instrumento, genera una acumulación significativa de calor, lo que puede llevar al quiebre del vidrio después de un tiempo relativamente corto, a veces incluso en cuestión de segundos. Imaginemos el riesgo al que nos exponemos, si esto ocurre cuando estamos mirando por el telescopio.
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También es importante subrayar que nunca se debe mirar directamente al Sol a través del visor de una cámara fotográfica, independientemente del objetivo utilizado en esta.
MÉTODOS SEGUROS DE OBSERVACIÓN SOLAR A SIMPLE VISTA (SIN INSTRUMENTOS ÓPTICOS)
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Para la observación directa del Sol sin instrumentos, se recomienda el uso de:
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GAFAS ESPECIALIZADAS: Son gafas específicamente diseñadas para este propósito, las cuales suelen estar disponibles fácilmente en tiendas especializadas, sobre todo durante eventos como eclipses solares, y tienen un costo accesible. Al adquirirlas, es esencial asegurarse de que estén certificadas para bloquear la radiación ultravioleta (directiva europea 89/686/EEC). Las gafas de sol de calidad garantizan el bloqueo de al menos el 99% de los rayos UVA y UVB. Por ello, es importante verificar las etiquetas que certifican el cumplimiento con las normas de seguridad, evitando aquellas que no garanticen la protección requerida.
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GAFAS DE SOLDADOR: Otra alternativa para la observación segura del Sol a simple vista, es el uso de gafas diseñadas para trabajos de soldadura. Estas deben estar equipadas con cristales de grado número 14 para garantizar una protección adecuada. El cristal verde oscuro filtra la radiación ultravioleta e infrarroja, y reduce la luz visible en un factor mínimo de 300.000. Este tipo de gafas específicas para soldadura filtran de manera efectiva los niveles intensos de luz solar, proporcionando una barrera segura para los ojos durante la observación. Pueden adquirirse comúnmente en ferreterías o tiendas especializadas en equipos de protección.
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​En todas las circunstancias, independientemente del tipo de gafas empleadas, se desaconseja observar directamente al Sol durante periodos continuos superiores a un minuto. Se recomienda que, después de este intervalo, se permita al ojo descansar durante al menos medio minuto antes de reanudar la observación.
MÉTODOS SEGUROS DE OBSERVACIÓN SOLAR CON INSTRUMENTOS ÓPTICOS (TELESCOPIOS / PRISMÁTICOS)
DIRECTRICES GENERALES PARA LA OBSERVACIÓN SOLAR MEDIANTE TELESCOPIOS, BINOCULARES U OTROS INSTRUMENTOS ÓPTICOS
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Selección de Filtros Adecuados: Se recomienda el uso exclusivo de filtros solares apropiados, preferiblemente de densidad 5, con el objetivo de asegurar una protección óptima durante la observación solar.
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Uso de Filtros Frontales: Siempre se deben emplear filtros frontales, que se colocan en la entrada del telescopio y reducen la cantidad de luz que penetra en este, para prevenir el calentamiento excesivo. Esta medida contribuye a preservar la integridad del instrumento durante la observación solar.
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Verificación del Estado del Filtro: Antes de iniciar la observación, es crucial examinar el estado del filtro solar. Esto garantiza su efectividad y confiabilidad durante la sesión de observación.
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Apuntar al Sol con Precaución: No se debe dirigir el instrumento hacia el Sol hasta que el filtro y todas las medidas de seguridad pertinentes estén debidamente instaladas.
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Aseguramiento del Filtro Solar: Es necesario fijar de manera adecuada el filtro solar para prevenir desplazamientos o caídas inducidas por el viento u otros impactos.
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Protección del Buscador: Si el instrumento que estamos utilizando es un telescopio, generalmente viene equipado con un pequeño buscador. Este debe ser también protegido adecuadamente, ya que no solo puede causar daños a nuestros ojos, sino también provocar quemaduras e incluso incendios. En cualquier caso, dada su poca utilidad en un eclipse solar, este elemento puede ser desmontado para este tipo de observaciones.
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Supervisión Constante del Telescopio: Sobre todo, si es una observación de carácter público, hay que evitar dejar el telescopio desatendido, para prevenir que niños u otras personas realicen observaciones solares sin supervisión.
FILTROS PARA TELESCOPIOS
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FILTRO “BAADER ASTROSOLAR FILM”: Tiene un aspecto frágil, pero en realidad ofrece una resistencia adecuada. Se distingue por proporcionar un excelente contraste y definición, inclusive a grandes aumentos, y nos da una imagen del disco solar de color blanco-violáceo.
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FILTRO MYLAR: Generalmente están hechos de una película de poliéster recubierta con aluminio. Al igual que el Baader AstroSolar Film, esta configuración proporciona una capa reflectante que bloquea la mayor parte de la luz y el calor solar. Ofrece una imagen con un tono más neutral o amarillo.
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FILTRO DE “POLÍMERO NEGRO THOUSAND OAKS”: Destaca por su notable resistencia. Este material presenta una tonalidad anaranjada, siendo considerado apto para su utilización en observaciones con bajos niveles de aumento.
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FILTROS DE CRISTAL METÁLICO: Están hechos de vidrio que ha sido recubierto con una fina capa metálica para filtrar la luz solar. Este tipo de filtro puede ser más pesado y, a veces, más costoso en comparación con los filtros de polímero.
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TELESCOPIOS Y/O FILTROS DE H-ALFA: Hay telescopios y/o filtros específicamente diseñados para esta finalidad. La observación solar en la banda del Hidrógeno Alfa proporciona detalles de la cromosfera solar, permitiendo la observación de características como manchas solares, tránsitos, protuberancias, fáculas y filamentos, así como, la granulación superficial del Sol. Son equipos muy específicos y caros.
PRISMA DE HERSCHEL
El prisma en una cuña de Herschel tiene una forma trapezoidal y refleja el 4,6% de la luz hacia el ocular, mientras refracta el resto a un ángulo específico. Canaliza el 95,4% restante hacia una ventana trasera para eliminar el exceso de luz y calor. Este diseño reduce la intensidad lumínica sin afectar el espectro visible, permitiendo un perfil espectral más detallado. Está confeccionado con un vidrio especial que absorbe la luz ultravioleta e infrarroja. Esta prima ofrece una observación solar segura, pero tiene el inconveniente de que solo puede ser utilizado con telescopios refractores, no siendo compatible con telescopios de espejos.
MÉTODO DE PROYECCIÓN
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Esta técnica consiste en proyectar la imagen del Sol a través del telescopio o binoculares sobre una pantalla blanca de cualquier tipo. Si se utilizan binoculares, es imperativo mantener la tapa en el objetivo no utilizado.
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En la pantalla, se visualizará un círculo luminoso que representa el disco solar. Ajuste la distancia entre la pantalla y el telescopio hasta que el disco alcance el tamaño adecuado, que inicialmente puede aparecer difuso, por lo que es necesario ajustar el enfoque del telescopio hasta lograr una definición óptima.
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Es importante señalar que este método es especialmente recomendable para telescopios de poca apertura. En el caso de instrumentos de mayor diámetro, se sugiere el diafragma para evitar una entrada de luz excesiva.
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El método de proyección solar se destaca como uno de los más confiables para observar nuestro astro, ya que evita la mirada directa hacia el Sol. Sin embargo, a pesar de la seguridad inherente a esta técnica, tiene el riesgo potencial de que el instrumento óptico carece por completo de filtros, lo que podría tentar a quienes nos rodean a mirar por él en un descuido, generando una falsa sensación de seguridad con consecuencias indeseables.
PROYECCIÓN ESTENOPEICA
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La proyección estenopeica del Sol constituye un enfoque seguro y sencillo para observar nuestra estrella sin necesidad de dirigir la mirada directamente hacia ella. En contraste con métodos que involucran telescopios o binoculares, este método prescinde de tales instrumentos.
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Consiste en utilizar un pequeño orificio, denominado estenopo, mediante el cual se proyecta la luz solar sobre una superficie, creando una imagen proyectada del Sol. Aunque las imágenes resultantes son pequeñas y quizás no tan satisfactorias como las obtenidas con otros métodos, representan una opción simple y sin riesgo, prescindiendo de la necesidad de utilizar equipos ópticos adicionales.
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El proceso de proyección estenopeica es el siguiente:
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Preparación del dispositivo: Necesitaremos un material opaco con un pequeño agujero o estenopo. Este puede ser una lámina de papel grueso, una cartulina o incluso un folio de aluminio. El agujero debe ser pequeño y redondo, similar al de una aguja (de unos 3 milímetros o menos).
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Posicionamiento frente al Sol: Colocaremos el dispositivo de proyección entre el Sol y una pantalla blanca o una superficie plana. Debemos asegurarnos de que el Sol brille directamente sobre el agujero.
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Proyección de la imagen solar: A través del estenopo, se proyectará una imagen invertida del Sol en la pantalla. Podremos ver el disco solar y cualquier fenómeno, como manchas solares, si están presentes, o en su caso, la evolución del eclipse solar.
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La proyección estenopeica tiene la ventaja de ser segura para los ojos, ya que no requiere mirar directamente al Sol. Sin embargo, es esencial recordar no mirar a través del agujero, ya que la intensidad de la luz solar concentrada en el estenopo puede dañar la vista. Este método es adecuado para observaciones solares informales y no requiere equipos ópticos sofisticados.
TENER EN CUENTA LA PROTECCIÓN DE LA PIEL DURANTE LA OBSERVACIÓN SOLAR Y ESPECIALMENTE DURANTE LOS ECLIPSES SOLARES
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Incluso en situaciones de eclipses parciales o anulares, así como durante las fases parciales de un eclipse total, la luminosidad del Sol sigue siendo intensa y puede afectar la piel. En caso de presenciar un eclipse en todas sus fases, es probable que la exposición directa a la luz solar sea prolongada, quizás varias horas. Por ello, es importante tomar medidas para su protección. Es aconsejable usar protector solar adecuado para los dañinos rayos ultravioleta, así como gorra o sombrero que nos proporcione una sombra adicional para el rostro.