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​Emplazamientos y mapas

Uno de los puntos críticos en la organización de una expedición para observar un eclipse total de sol es la localización de un lugar adecuado. ¿Pero que criterios debe tener este lugar idóneo?. La respuesta es sencilla: en primer lugar estar situado lo más cerca que se pueda del punto geográfico donde se produzca el máximo del eclipse y en el centro de la sombra lunar que se va a dar en ese punto. En segundo lugar, pero no menos importante, tener en cuenta las peculiaridades meteorológicas de la zona.

Nuestra primera idea fue la de viajar hasta Rumanía, que era la zona de mayor tiempo de totalidad. Posteriormente y dado que los intervalos de tiempo no eran críticos para Europa Central, estudiamos otras alternativas. Al final decidimos ir a Hungría. Este país era algo más asequible, y la ciudad de Siöfok era un alternativa muy interesante y solo se perdía 1 segundo con respecto a la zona de Rimnicu-Vilcea en Rumania.

Siöfok iba a ser nuestro "cuartel general". Lo tenia todo a su favor: localización idónea, buena comunicación, "civilización" (esto resultó ser un problema), etc. Aunque estimamos que probablemente habría que moverse algo para situar los telescopios adecuadamente. Lo más probable era que el lugar ideal para estacionar todo el equipo que llevábamos no estuviera allí esperándonos, y así fue. Siöfok estaba abarrotada de gente, turistas veraniegos y turistas atraídos por el eclipse, pero sin más pretensión que la de observarlo a ojo desnudo, mejor dicho, con las populares gafitas de protección solar (probablemente se vendieran varios millones de estas). Esta condiciones no eran adecuadas para una observación rigurosa y tranquila. Por lo tanto había que moverse para encontrar ese lugar "ideal".

Mapa general de Hungría

Mapa general de Hungría

En consecuencia, antes de partir, debíamos de obtener cartografía de la zona lo más detallada posible y dotarnos de un GPS (Sistema de Posicionamiento Global). Esto último fue relativamente fácil, en cambio conseguir mapas de la zona no era nada sencillo. La única alternativa era los conocidos mapas de carreteras de Michelin. Nuestras primeras aproximaciones las hicimos con ellos, pero necesitábamos una menor escala y poder localizar puntos por concoordenadas geográficas. Recurrimos a los mapas digitales que nos ofrecían algo más de resolución y eran muy adecuados para trazar la línea central de la totalidad y localizar coordenadas con una precisión aceptable.

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Estos mapas muestra la estratégica situación del lago Balaton, al noroeste de la gran llanura húngara y rodeado de macizos montañosos que lo protegen de las influencias del clima continental centroeuropeo, altamente inestable en verano y propenso a desarrollar tormentas típicas de esta estación. Aunque la zona del lago también es propensa al desarrollo de tormentas, lo habitual es que estas se desplieguen a primeras horas de la tarde. Esto fue uno de los criterios bastante decisivo a la hora de elegir este destino.

Pusimos manos a la obra y al teclado del ordenador y confeccionamos nuestra propia cartografía. El resultado fueron unos mapas con un preciso trazado de la línea de totalidad y una localización en coordenadas de todos los puntos de interés para moverse con GPS. La finura de esto era importante pues un error pequeño (pocos kilómetros) se traducía en una reducción significativa del tiempo de totalidad. Estos fueron los mapas trazados:

La línea trazada en los mapas siguientes solo representa el centro de la franja de sombra y no el ancho de esta que en esta zona es superior a 100 Km. y una velocidad de avance de unos 2.450 Km./h (0,680 Km./s)

La utilización in situ de estos mapas nos hizo comprobar que los errores no eran mayores de 500 m de media, y en ningún caso superior al kilómetro. A pesar de todo, los kilómetros que recorrimos con los mapas y el GPS no fueron muy fructíferos, ya que, aunque encontramos algunos lugares adecuados para estacionar el campo de observación, o bien estaban demasiado alejados de nuestra casa con el consiguiente engorro de transporte y movilización de material, o bien no resolvían el problema del aislamiento adecuado. Al final localizamos dos campos de observación diferentes. El dedicado a la climatología y luminosidad ambiente en una pequeña elevación de unos 200 m, y el de fotografía en el propio jardín de nuestra casa en Balatonlelle (para localizarlo pudimos prescindir del GPS). Estos sitios estaban algo más alejados de la línea de totalidad de lo que deseábamos, con la consiguiente pérdida de 10 seg. de totalidad para el campo de fotografía, y algo menos para el de climatología, pero ofrecían todos los demás requisitos adecuados para realizar nuestro trabajo.

Vista Google Maps de la casa en Balatonlelle y “centro de operaciones” desde donde se realizó todo el registro gráfico del eclipse 

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