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Fotografía de Eclipses Totales de Sol

 

Por Aniceto Porcel Rosales
Fotografías: Alberto López, Aniceto Porcel, Javier Pérez, Jesús Cano y Jesús Ríos

El eclipse fue seguido desde Hungría como total y desde Granada como parcial y en ambos enclaves se situaron diferentes estaciones para captar el fenómeno de la forma más completa posible. No obstante, antes y después de la fase total, en Hungría también se vería como parcial. De la fotografía de eclipses parciales teníamos experiencia previa, no así de totales. Sabíamos que captar un eclipse parcial no entrañaba una excesiva dificultad, sin embargo, nuestro desconocimiento acerca de las técnicas fotográficas asociadas a esos pocos minutos que es la totalidad era nulo. Era pues necesario apelar a la experiencia de otros observadores, o mejor dicho fotógrafos de eclipses totales. Internet fue de gran ayuda, pero no una ayuda definitiva. Se dice que en la red lo podemos encontrar todo, y en cierto sentido es verdad, pero en muchas ocasiones las informaciones no son lo suficientemente profundas. Ese era nuestro caso, había datos genéricos, algunas tablas de exposiciones, pero poco más. Algunas revistas especializadas publicaron monográficos sobre el tema pero la situación era equivalente a la de Internet. Al final los fotógrafos de la expedición TOTAL ´99 teníamos muchas preguntas sin respuesta, y esto era preocupante. ¿Cómo de oscura era la fase total?; ¿variaba esta situación de forma sustancial de unos eclipses a otros?; ¿cuál era la duración de los fenómenos transitorios asociados a la totalidad?; ¿qué instrumentos y películas eran los más adecuados?, etc., etc., etc. Nos consolaba la idea de que éramos un grupo numeroso y por probabilidad alguno acertaría. Un pobre consuelo, pues en el fondo cada uno deseaba tener resultados óptimos. A nivel personal desperdiciar la oportunidad que se nos brindaba no era una idea admisible. La totalidad llegó y nosotros estuvimos bajo su sombra disparando frenéticamente nuestras cámaras fotográficas y rodando en vídeo. Al terminar el eclipse, rápidamente rebobinamos el vídeo para ver las secuencias de la totalidad. Lo que vimos nos llenó de esperanza: la breve noche había quedado registrada con una espectacularidad superior a lo imaginado. Las fotos químicas tendrían que esperar, pues el revelado se efectuaría en Granada. La tensión inicial se iba disipando y la sensación de un trabajo bien hecho fue sustituyendo a la inquietud previa. A fin de cuentas habíamos sido testigos de un espectáculo impresionante que no olvidaríamos. Las imágenes mentales eran nítidas y a todo color.

Los resultados globales del trabajo fotográfico y videográfico superaron nuestras previsiones. El eclipse quedo mas que registrado. No obstante, un análisis detallado pone de manifiesto que algunos aspectos pueden ser mejorados. Quizás los nervios, quizás la inexperiencia, quizás la suma de ambos factores. Entre los aspectos a mejorar destacan: el problema de las vibraciones de los telescopios, la insuficiente calidad de algunos objetivos, errores de calculo en algunos tiempos de exposición y la fijación de las secuencias de vídeo.

A continuación podemos ver un artículo dedicado a la fotografía de eclipses totales de sol. Este es consecuencia de la experiencia adquirida en el total de 1999. Sabíamos que era necesario plasmar todo lo aprendido como referencia para futuras observaciones y este es el resultado. Un resultado que esperamos no sea definitivo y que pueda ser completado y mejorado con otros eclipses totales de Sol.

Introducción

Nunca habíamos fotografiado un eclipse total de sol. Esta circunstancia nos provocaba cierta incertidumbre, máxime cuando eres consciente de que te juegas todo en algo más de dos irrepetibles minutos. Repasamos lo que otros fotógrafos de eclipses contaban y tratamos de hacernos una idea de a lo que nos enfrentábamos. En esencia queríamos captar los fenómenos cercanos al disco solar como protuberancias, perlas de Baily, el anillo de diamantes y también queríamos registrar la corona solar con focales cortas para cubrir una gran extensión de esta.

Sabíamos que un diseño previo de como proceder para realizar estas fotografías era imprescindible, para minimizar los posibles errores debidos al nerviosismo y la falta de experiencia, y así lo hicimos. No queríamos dejar nada al azar, si es que esto era posible. Antes de partir probamos equipos, películas, tiempos de exposición, etc. y como resultado descubrimos infinidad de detalles que había que tener en cuenta o corregir. Cada ensayo dejaba entrever algún problema, algunos de consecuencias importantes de no haber sido corregidos.

El 11 de agosto llegó y los telescopios y cámaras fotográficas del equipo TOTAL '99 estaban convenientemente estacionadas en la localidad de Balatonlelle esperando que el Sol fuera ocultado por la Luna. La noche anterior había sido movida, pues una fuerte lluvia obligó a retirar los telescopios ya estacionados. Pero el día se nos presentó radiante en sus primeras horas y nosotros estábamos muy nerviosos. ¿Estarían bien estacionados los telescopios?, ¿servirían de algo las tablas de exposición de que disponíamos?, ¿funcionarían correctamente todos los equipos?. Estas y muchas más preguntas nos inquietaban las horas anteriores al ETS.

Llegado el momento, descubrimos que proceder tan ordenadamente y bajo un estricto esquema era algo muy difícil. La realidad siempre aporta matices imposibles de prever, sin embargo, a buen seguro muchos resultados se hubieran resentido o incluso fracasado si no hubieran estado apoyados por los ensayos realizados en los meses anteriores. La experiencia prestada de otros observadores de ETS también fue una buena consejera durante esa breve noche.

Artículo de ETS

revista AstronomíA

Artículo de EAS

revista AstronomíA

¿Qué registrar durante un eclipse total de sol?

 

Una primera aproximación a la fotografía de ETS nos muestra dos apartados claramente diferenciados: fotografía de la fase parcial y fotografía de la fase total. A su vez, dentro de esta última podemos distinguir entre fotografía del disco solar (alta resolución) y fotografía de la corona solar (baja resolución).

 

La fase parcial que se extiende antes y después de la totalidad requiere equipos y técnicas similares a los utilizados para los eclipses parciales de sol. En cambio, la fase total, por su naturaleza, necesita un tratamiento especial respecto de la técnica fotográfica. En general, se puede afirmar que este tipo de fotografía astronómica no implica técnicas fotográficas muy complejas y es de fácil realización.

 

Los fenómenos que un ETS conlleva son diversos y de gran espectacularidad: protuberancias solares, perlas de Baily, anillo de diamantes, corona solar, el cielo durante la totalidad, etc. Captar unos u otros depende principalmente del instrumental empleado.

Algunas consideraciones generales

  1. No guiarse del fotómetro de la cámara para el cálculo de la exposición.

  2. En los objetivos fotográficos dotados de autofocus, desactivar esta opción y realizar el foco de forma manual.

  3. Al ser el eclipse un suceso muy dilatado en el tiempo, el foco puede variar, con lo que con cierta periodicidad hemos de comprobarlo.

  4. Programación previa del momento de las exposiciones y el valor de estas. Dejar lo menos posible a la improvisación.

  5. Durante un eclipse total, son muchos los trabajos que se pueden hacer, sin embargo el tiempo de totalidad es escaso y nuestras posibilidades son limitadas. No intentemos pues abarcar demasiado, dediquémonos a una sola cosa y, si estamos en grupo, repartamos de forma coordinada las diferentes tareas.

Fotografía de la fase parcial

La fotografía de la parcialidad no difiere en casi nada de la fotografía general del Sol. Hemos de entender, que aunque parte del disco solar este ocultado por la Luna, la luminosidad procedente de la superficie no tapada es lo suficientemente grande como para tener poca incidencia en el cálculo del tiempo de exposición (TE). Así y todo, cuando la porción cubierta es muy grande o solo quedan pequeñas franjas de Sol hemos de compensarlo con un alargamiento de los TE. Para evitar sorpresas e ir a lo seguro, es aconsejable realizar para cada fase de la parcialidad más de una toma con diferentes TE alrededor del que estimemos adecuado. El valor de este TE correcto va a depender de la luminosidad de nuestro sistema, la densidad y respuesta espectral del filtro solar y la sensibilidad de la película utilizada.

Distintos instantes de la parcialidad..Son visibles las manchas solares.

De izda. a dcha. ,el disco solar antes del eclipse, el disco solar al principio del eclipse,, hacia la mitad de la parcialidad, a punto de comenzar la totalidad,

Imágenes A. Porcel

Respecto de la Distancia focal a emplear durante esta fase, es conveniente optar por una relación superior a 1 metro. Existe una formula que nos permite calcular el diámetro del Sol en el negativo fotográfico:

D = DF / 109

 

Donde D es el diámetro del disco solar en el negativo en mm y DF es la distancia focal del telescopio u objeto también en mm.

escala_negativo_parcialidad_1024.jpg

Fotografía de la fase total

En el último minuto antes de la totalidad podremos captar la umbra lunar por el oeste, así como un oscurecimiento ambiental muy pronunciado. Esto es un claro indicativo de que la totalidad se nos hecha encima. Podemos afirmar sin lugar a dudas que esta fase es la que justifica todos lo esfuerzos que realizamos para estar situados bajo la sombra lunar. Sin ella solo tenemos un eclipse parcial de sol, interesante de por sí, pero que ni remotamente desencadenará las sensaciones de un total.

 

Como se ha mencionado anteriormente, la totalidad puede ser abordada de dos formas diferenciadas: la fotografía de alta resolución y la de la corona solar. Desde el punto de vista de su realización, estas fases se diferencian principalmente por los equipos utilizados y en los tiempos de exposición medios para realizar exposiciones correctas.

 

La fotografía de alta resolución (FAR) requiere la utilización de cámaras fotográficas acopladas a telescopios astronómicos para conseguir ratios de aumento significativos. Ello conlleva problemas como la necesidad de seguimiento motorizado y el riesgo de vibraciones, aunque los resultados obtenidos muestran gran detalle en las formaciones y protuberancias solares.

 

La fotografía de baja resolución (FBR) o de la corona solar, por lo general, se obtiene con objetivos fotográficos que dan ratios de ampliación menores que los telescopios. Los riesgos de vibraciones y complejidad instrumental son inferiores a la FAR.

escala_negativo_1024.jpg

FOTOGRAFÍA DE ETS DE ALTA  RESOLUCIÓN (FAR)

Es adecuada para captar con gran detalle las formaciones cercanas al disco solar, es decir, en la cromosfera y las capas más bajas de la corona.

 

Las focales mínimas para este tipo de fotografía son de al menos 1.000 mm para cámaras de 35 mm. Por encima de 2.500 mm de longitud focal el disco solar ya no se registra completo pues se nos muestra de mayor tamaño que la película fotográfica, aunque el límite más razonable es de 2.000 mm. Una focal muy recomendable puede estar entre los 1.200 mm y 1.500 mm.

 

Cuanto más larga sea la focal más críticas son las vibraciones. Este es un tema delicado pues puede dar al traste con todo nuestro trabajo. Para evitarlo hemos de optar por equipos sólidos y convenientemente contrapesados y ajustados. Por nuestra parte deberemos de proceder con cuidado a la hora de manipular el equipo, ya que nuestra interacción con el instrumental y el disparo del obturador es una fuente muy importante de vibraciones. Entre toma y toma verifiquemos que todo el sistema esta estabilizado. El tiempo de totalidad es breve, sin embargo una premura excesiva y nerviosa siempre correrá en contra de unos buenos resultados.

 

El rango de TE sobre los que nos vamos a mover oscila entre 1/2.000 seg. y 1 seg. Fracciones de TE inferiores prácticamente no captan nada, y las superiores a 1 seg. solo muestran una pequeña porción de la corona cuyo brillo absorbe las formaciones solares.

Veamos en detalle las diferentes fases de la fotografía de la totalidad.

INICIO DE LA TOTALIDAD

 

Comienza con el segundo contacto. En este momento hemos de retirar los filtros de protección solar. Aunque esto es un hecho delicado, no es crítico. El intenso flujo de radiación solar en los últimos segundos previos a la totalidad es molesto, pero si no miramos directamente no representa peligro, de todas maneras actuemos con cautela. Al quitar el filtro no es necesario reenfocar de nuevo el telescopio u objetivo. Aunque si es aconsejable que un ajuste preciso del enfoque halla sido realizado unos dos o tres minutos antes de la totalidad.

Es recomendable comenzar esta fase con un rollo fotográfico nuevo para no tener que cambiar película durante la totalidad.

Este es el momento de captar las perlas de Baily y el anillo de diamantes.

Anillo de diamantes a la entrada

en la totalidad (J. Cano)

Último rayo de luz solar. Se ven claramente las perlas de Baily (J. Ríos)

CENTRO DE LA TOTALIDAD

Una vez cubierto por completo el disco solar podremos ver como alrededor del borde lunar aparecen diversas formaciones. Estas son las protuberancias solares, y durante esta fase se van a repartir con mayor o menor intensidad a lo largo del borde según estemos cerca del principio o final de la totalidad.

 

Si procedemos ordenadamente podremos retirar el ojo del visor de la cámara para observar el increíble espectáculo del sol eclipsado. Hay tiempo para todo, no nos agobiemos y disfrutemos plenamente de estos breves instantes.

Centro de la totalidad (J. Ríos)

Centro de la totalidad (J. Cano)

Durante la totalidad si alargamos el TE podemos percibir la estructuras coronales en la FAR (J. Ríos)

Protuberancias solares (A. Porcel)

FIN DE LA TOTALIDAD

Al igual que en el comienzo de la totalidad, al final de esta podremos volver a captar las perlas de Baily y el anillo de diamantes, por tanto los TE adecuados son del mismo rango que los mencionados para aquella fase, es decir, rápidos.

Con los primeros rayos de sol hemos de volver a colocar el filtro de protección solar.

Anillo de diamantes al final de la totalidad (A. Porcel)

Perlas de Baily al final de la totalidad (J. Cano)

Perlas de Baily al final de la totalidad (J. Ríos)

FOTOGRAFÍA ETS DE LA CORONA SOLAR (FBR)

El registro fotográfico de la corona solar ofrece algunas diferencias con la fotografía de alta resolución. Tengamos en cuenta que desde las partes más internas a las mas externas de la corona solar puede haber un gradiente de luminosidad que varíe en un factor superior a 10.000.

 

Otra diferencia fundamental viene dada por el equipo a emplear. Mientras que la FAR requiere relaciones focales largas para obtener grandes aumentos, la fotografía de la corona exige lo contrario para captar porciones extensas de la atmósfera solar. Una combinación adecuada puede ser la utilización de un objetivo de 500 mm acoplado a una cámara de formato de 35 mm.

explorar388.jpg

Los TE óptimos oscilan entre 1/60 seg. a 4 ó 6 seg. Cuanta más exposición demos más corona solar registraremos, teniendo en cuenta que los tiempos más largos sobrexpondrán las partes mas internas de esta. Aquí también es conveniente arquear las exposiciones alrededor de un valor medio.

Una técnica especial para captar la corona solar y sus estructuras consiste en emplear un filtro polarizador y fotografiar con distintos ángulos de rotación del filtro. Posteriormente se funden las diferentes imágenes y se obtiene una en la que se aprecian mucho más contrastadas las diferentes estructuras coronales.

Corona a unos 2 radios solares (A. López)

Fotografía ambiental durante la fase total

Esta es la faceta fotográfica que menos sofisticación instrumental nos requiere. Su cometido es el de captar los fenómenos ambientales asociados a la totalidad, o producidos como consecuencia de esta.

Para esta fase lo más adecuado es utilizar objetivos fotográficos, y evitar las grandes focales.

Dentro de este apartado podemos distinguir dos facetas bien diferenciadas:

  • Fotografía del entorno inmediato. 

  • Fotografía de la bóveda celeste.

El objetivo del primer caso es el de captar el estado y evolución del ambiente que nos rodea. En este sentido, también es muy interesante disponer de horizontes despejados para registrar a gran distancia zonas parcial o totalmente fuera de la totalidad, mostrando así el contraste con la oscuridad mas inmediata. La utilización de objetivos muy angulares con una buena luminosidad (2,8 o superior) es la mejor, pues nos permiten capturar amplias zonas en un fotograma.

Ambiente en el centro de la totalidad (J. Pérez)

Para acometer el segundo objetivo, fotografiar los astros que se nos muestren durante la efímera noche, tenemos que recurrir a técnicas propias de la fotografía estelar. En primer lugar hemos de utilizar emulsiones bastantes sensibles (a partir de 400º ASA) para poder captar en ese breve espacio de tiempo la débil luminosidad de los cuerpos celestes. De igual manera un objetivo bastante angular nos permite abarcar zonas del cielo muy amplias, pero lo mas fundamental es que la relación focal de este sea muy buena, bajando de 2 si es posible. La utilización de un trípode fotográfico es imprescindible, aunque si disponemos de montura con seguimiento, tanto mejor.

Por ejemplo, con un objetivo de 28 mm con una abertura de f/2 y una película de 1000ºASA, una exposición entre 1 a 5 seg. es casi seguro que nos registrará algún astro. Tiempos de exposición mayores se pueden realizar pero con el riesgo de sobrexposición. Tiempos menores casi no tienen sentido. Tengamos en cuenta que la oscuridad del cielo durante la totalidad no es tan intensa como la de una noche cerrada.

 

Existe una fórmula que nos permite calcular la magnitud límite que podemos registrar fotográficamente:

 

M = 8,4 + 5logD +2logT - logDF + 2,5log(S/800)

 

donde,

 

M - es la magnitud límite
T - es el tiempo de exposición en minutos
D - es el diámetro del objetivo en centímetros
DF - es la distancia focal del objetivo
S - es la sensibilidad de la película en grados ASA

Hay que advertir que esta relación esta calculada para cielos relativamente oscuros, por lo que su ajuste al cielo de la totalidad puede ser dudoso.

Instrumental para la fotografía de eclipses totales de Sol

Como hemos apuntado anteriormente el equipo adecuado para la fotografía de ETS depende de lo que queramos hacer. Como elemento común a todas las opciones tenemos los cuerpos de cámara, entre los que destacan como muy recomendables las réflex de 35 mm y óptica intercambiable. Estas cámaras nos permiten la utilización tanto de objetivos fotográficos diversos como el acople a telescopios. Veamos en detalle los equipos más adecuados para cada modalidad de fotografía de ETS.

FOTOGRAFÍA DE ALTA RESOLUCIÓN (Totalidad / Parcialidad)

Requiere la utilización de telescopio astronómico u objetivos fotográficos de muy larga focal. Además, si tenemos en cuenta que el Sol recorre unos 15º por hora, es decir, su propio diámetro aparente cada 2 minutos, se hace obvio que se necesita la utilización de monturas ecuatoriales motorizadas para el seguimiento del Astro Rey.

Para la fotografía del disco solar durante la parcialidad se requiere la utilización de filtro solar a ser posible de vidrio óptico a plena abertura. Son altamente desaconsejables los filtros que se colocan tras la óptica del telescopio.

 

FOTOGRAFÍA DE LA CORONA SOLAR

 

Ya que la relación focal más recomendable para esta modalidad está entorno a los 500 mm. las ópticas más adecuadas son los propios objetivos fotográficos. No obstante, no olvidemos que a igualdad de relación focal mayor abertura significa mayor poder resolutivo.

 

Respecto a la montura no se requiere que esta tenga seguimiento motorizado por lo que en la mayoría de los casos, un buen trípode fotográfico será suficiente. Eso si, la estabilidad del sistema así como la suavidad en los movimientos son detalles que no se deben de pasar por alto.

FOTOGRAFÍA DE GRAN CAMPO

El equipo a utilizar es similar al anterior pero sustituyendo los objetivos por otros de focales aún más cortas. Los de 50 mm o menos son los más recomendables

Película fotográfica

Aunque la fotografía de eclipses totales de sol está encuadrada dentro de la fotografía astronómica, difiere sustancialmente de esta en un factor crucial: el nivel del flujo luminoso que incide en la película. La fotografía nocturna de los astros del cielo se caracteriza por los bajísimos niveles de luminosidad a registrar. En cambio, la fotografía solar se coloca a este respecto en el polo opuesto. Este factor incide, entre otras cosas, en el tipo de películas fotográficas adecuadas para cada ocasión. Si en el caso de la fotografía astronómica convencional recurrimos a utilizar emulsiones altamente sensibles en la fotografía de nuestro astro debemos utilizar películas de sensibilidad media baja.

PARCIALIDAD

 

Durante la parcialidad trabajaremos con un filtro de protección solar. La densidad de este será un factor incidente en la sensibilidad de la prelícuala. En el rango de sensibilidad de los 100º ASA tenemos excelentes emulsiones con niveles de grano y poder resolutivo excepcionales. Películas por debajo de esta sensibilidad son perfectamente utilizables, aunque tengamos en cuenta que una bajada de sensibilidad redundará en mayor poder resolutivo pero una disminución del contraste. Sensibilidades por encima de 100º ASA no son muy recomendables.

 

TOTALIDAD

 

La totalidad se registra sin filtro, es decir la imagen del disco solar ocultado por el lunar solo es afectada por la óptica del telescopio u objetivo, dependiendo del f/ de este la cantidad de luz incidente en la emulsión. A pesar de que los niveles de luz bajan enormemente en esta fase, siguen siendo lo suficientemente altos como para no requerir emulsiones de alta sensibilidad. La misma película de 100º ASA utilizada durante la parcialidad es perfectamente válida para la totalidad. En realidad esta sensibilidad es un excelente compromiso para esta fase, en la que diferentes tiempos de exposición mostraran aspectos muy distintos del sol eclipsado: las cortas exposiciones mostraran detalles como protuberancias o perlas, y las largas mostraran la corona solar. En este caso una notoria bajada de la sensibilidad no es aconsejable pues exigirá un dilatamiento de los TE con la consiguiente pérdida de tiempo y un aumento del riesgo de vibraciones.

 

CORONA SOLAR

 

Damos por sentado que la fotografía de la corona solar se realizará con objetivos fotográficos que ofrecen mayores números f/ que los acoples telescópicos, por lo que en todo caso tenemos una ganancia en el flujo luminoso. En estas circunstancias la sensibilidad de la película no va a ser un factor crítico, pudiendo ser empleadas sin problemas las emulsiones de 100º ASA. No obstante si el número f/ de nuestro objetivo es bajo (muy luminoso) deberemos de rebajar la sensibilidad de la emulsión fotográfica para no quemar la corona solar.

 

FOTOGRAFÍA DE CAMPO DEL CIELO DURANTE LA TOTALIDAD

 

La fotografía de objetos celestes durante la totalidad se va a caracterizar por TE de varios segundos, es decir, pretendemos captar cuerpos puntuales y de baja luminosidad comparativa. Obviamente una manera lógica de acortar lo TE es utilizando películas de mayor sensibilidad. Una buena referencia pueden ser los 400º ASA. Esta técnica fotográfica es similar a la fotografía nocturna de campos estelares, sin embargo, aunque el cielo durante la totalidad se oscurece mucho, nunca llega a los niveles de una noche oscura con luna nueva, por lo que el peligro de sobreexposición es alto, sobre todo  en las tomas cercanas a los horizontes que siempre se mantendrán mucho más claros que el resto del cielo.

Para la fotografía ambiental también son aconsejables las emulsiones de unos 400º ASA. Hemos de tener en cuenta que lo que registremos debe mostrar lo más fielmente posible el ambiente reinante durante el eclipse y muy especialmente durante la totalidad, por lo tanto las exposiciones no deben ser forzadas para mostrar más de lo que en realidad se veía, si el entorno esta muy oscuro así deben ser nuestras fotografías.

TIPOS DE PELÍCULA

Evidentemente las emulsiones en color son las más adecuadas para registrar un eclipse total de sol. El colorido es uno de los elementos más llamativos de estos fenómenos, salvo que lo que se quiera registrar venga dado por emulsiones especiales.

 

Respecto de la idoneidad de utilizar películas negativas o positivas (diapositivas), dependerá mucho del uso posterior que se le quiera dar a las imágenes. Hoy día en ambos tipos se desarrollan excelentes películas de sensibilidad media muy adecuadas para este tipo de fotografía.

Cálculo de los tiempos de exposición

ALTA RESOLUCIÓN

 

PARCIALIDAD

 

El cálculo del TE para la parcialidad es muy dependiente de la densidad del filtro empleado, y por experiencia sabemos, que en la práctica, esto puede representar diferencias del orden de varios pasos en el f/ resultante. Como consecuencia la forma adecuada de estimarlo, si no se conoce o el dato es poco fiable, es la realización experimental de ensayos fotográficos con las combinaciones de equipo, película y filtro que vayamos a emplear el día del eclipse. Para ilustrar esto baste decir que durante las pruebas previas que realizamos para el eclipse del 11 de agosto de 1.999 empleamos unos filtros de tipo Mylar con los que obtuvimos una tablas de TE idóneos. Una segunda verificación de este factor arrojo resultados divergentes en un factor comprendido entre 1 y 1½  puntos en los valores de los TE. El análisis de estos resultados puso de manifiesto que la diferencia entre ambas pruebas había sido la utilización de láminas de filtro Mylar distintas. Eran del mismo fabricante, pero de partidas diferentes y esto representaba una variación significativa de la densidad del filtro.

 

TOTALIDAD

 

Durante la totalidad la situación cambia drásticamente. En esta fase trabajamos sin el auxilio de filtros y por lo tanto la relación f/ es la resultante de la combinación óptica que empleemos. En realidad podemos afirmar que los TE adecuados poseen un gran margen de "latitud", es decir, variaciones de este factor solo van a implicar diferencias en la intensidad de las formaciones captadas. Cada TE nos mostrará facetas y estéticas muy diferenciadas. En la fotografía de alta resolución el valor de los TE adecuados para esta fase depende fundamentalmente de que es lo que queramos captar. En consecuencia, y como las diferentes formaciones se muestran solo en instantes concretos de esta fase, los TE dependerán también de en que momento de esta fase estemos. En general las velocidades más rápidas se emplearán al principio y al final de la totalidad, con ello captaremos los fenómenos de evolución temporal más dinámica como son las perlas de Baily y el anillo de diamantes, también registraremos algunas protuberancias solo visibles en estos instantes. Por ejemplo, para una película de unos 100º ASA y un f/10 podemos dar TE que oscilen entre 1/2.000 de seg. a 1/125 de seg. En este caso, las exposiciones mayores (1/60 seg.) van a ser las más adecuadas para captar el anillo de diamantes.

 

Ya iniciada la totalidad seguiremos barriendo los tiempos de exposición desde velocidades rápidas (1/2.000) hasta 1 o 2 segundos (100º ASA - f/10). El valor de los TE mayores va a depender de la focal que utilicemos, careciendo de sentido la realización de exposiciones más dilatadas de la mencionadas en focales por encima de 1.000 mm, pues solo obtendremos un borde lunar sobreexpuesto. En cambio cuando utilizamos TE muy cortos (1/2.000) solo captamos las formaciones más brillantes eliminando el brillo de la corona solar.

 

Para la salida de la totalidad procederemos de forma análoga al comienzo de esta, pues de nuevo podemos captar las perlas de Baily y el anillo de diamantes.

CORONA SOLAR

 

La normal es que para esta fase empleemos focales de unos 500 mm con relaciones entorno a f/6, y en muchos casos más luminosas, aunque por otro lado vamos a captar la corona solar que requiere más exposición que otras formaciones solares, máxime si nos alejamos del disco solar. La consecuencia inmediata de todo esto es que los TE van a ser relativamente dilatados. Para una emulsión de 100º ASA y con una relación focal de f/8 vamos a tener que dar exposiciones en el rango de los segundos. Lo aconsejable sería realizar un arqueo de tomas que oscilen entre 1/15 de segundo hasta unos 4 segundos, con ello conseguimos captar la corona a distancias cada vez más alejadas del disco lunar. Evidentemente las exposiciones adecuadas para fotografiar la corona en regiones alejadas de la superficie solar tenderán a sobreexponer las más internas y esta tendencia se incrementará conforme expongamos regiones más externas de la  corona.

 

El disco solar tiene un diámetro aparente de 32', y con una focal de 500 mm podemos captar unos 3 diámetros solares (en la parte ancha del fotograma de 35 mm). Como se ve en la siguiente figura, el gradiente de luminosidad es muy fuerte, siendo prácticamente imperceptible la corona más allá de los 96'. En realidad, las formaciones más significativas se dan hasta una distancia no superior a 64' y la mayor concentración de luminosidad claramente se suscribe a los 32', por lo que esta zona es muy propensa a sobreexponerse.

Imagen del eclipse total de sol del 11 de agosto de 1.999. Se empleo un teleobjetivo de 500 mm a f/6 sobre película de 100º ASA con un tiempo de exposición de 2 seg. Sobre la  fotografía se han trazado diversos círculos concéntricos que acotan la corona solar hasta un máximo de 96' de arco -3 diámetros solares- (Fotografía Alberto López).

FOTOGRAFÍA DEL CIELO DE GRAN CAMPO DURANTE LA TOTALIDAD

Para captar objetos celestes que aparezcan durante la fase de totalidad hemos de emplear TE largos. Aunque el valor de estos es dependiente de múltiples factores, entre los que cabe destacar:

 

Oscuridad del eclipse: no todos los eclipses son igual de oscuros. Esto implica que la luz de fondo de cielo puede ser más o menos intensa, y obviamente esto es muy importante para estimar el TE máximo que no muestre imágenes veladas.

 

La oscuridad de un eclipse no solo viene dada por la geometría propia de este, sino que existen otros factores de naturaleza medioambiental que influyen en ello. En este sentido el estado de la atmósfera terrestre en la fecha concreta y en la localización geográfica que estemos situados (partículas en suspensión, densidad media del aire, etc.) es muy significativa y de difícil acotación por su aleatoriedad.

 

Situación concreta de los objetos celestes a registrar: La oscuridad que el cielo adquiere durante el eclipse no es uniforme, siendo máxima en las regiones cercanas al Sol y decreciendo conforme nos alejamos de este y sobre todo cerca de los horizontes.  Obviamente esto ha de ser tenido en cuenta para ajustar los TE. Por lo general los objetos más brillantes que vamos a observar durante la totalidad van a ser planetas, si estos son interiores se encontrarán relativamente cercanos al Sol, y en consecuencia tendrán menos riesgo de velo que los objetos más alejados o cercanos al horizonte. Ver "El cielo durante la totalidad " en el ETS 110899

 

Es evidente que la estimación de los TE debe tener muy en cuenta la posibilidad de sub o sobreexposición. Por un lado queremos captar objetos muy débiles, y por otro hemos de cuidar que el fondo de cielo no vele la emulsión. El compromiso entre ambos factores bien puede ser un arqueo de exposiciones centrado en los 10 seg. y que cubra TE desde los 2 hasta los 20 seg. para una película de 100º ASA y un f/2.8 propio de objetivos de focales de 50 mm o menores.

FOTOGRAFÍA AMBIENTAL

 

Este es el único apartado en el que podemos tener en cuenta las lecturas del fotómetro de la cámara, aunque esto con ciertas precauciones pues dependeremos de la fiabilidad de este ante situaciones muy extremas. En realidad el objetivo no es registrar unas bonitas fotos (si lo son tanto mejor) sino plasmar lo mas fielmente posible el aspecto del entorno inmediato en el que estamos situados durante la observación del ETS. Si en los momentos de la totalidad todo se vuelve tan oscuro que prácticamente no se ve nada, esto es lo que debemos registrar, y no forzar las exposiciones para percibir más allá de lo que nuestros ojos ven.

 

Hemos de planificar la secuencias de exposiciones para captar de forma lineal la transición desde la situación habitual antes del eclipse, donde los TE se corresponderán con instantáneas, hasta la totalidad donde los TE se dilataran hasta varios segundos y la posterior inversión de esto. En las tomas correspondientes a los momentos más críticos es aconsejable  que efectuemos un arqueo de los TE para una valoración posterior de las más adecuadas.

Guía de tiempos de exposición para eclipses totales de Sol

La tabla que viene a continuación sirve para obtener los tiempos de exposición adecuados para diferentes situaciones de un ETS respecto de una emulsión y relación f/ específica. Está basada en informaciones de F. Espenak (NASA/Goddard Space Flight Center) y esta calculada según la relación:

 

 

donde,
      t = tiempo de exposición (seg.)
      f = número f/ del objetivo o telescopio
      S = sensibilidad de la película
      Q = exponente de brillo

El exponente Q es un valor experimental deducido a partir de los datos obtenidos en diferentes ETS.

Clip_2.jpg

Nuestra experiencia al probar esta tabla es que en líneas generales es bastante útil, sobre todo si la tomamos como un valor de referencia sobre el que trabajar y que nos da una idea muy aproximada para planificar nuestro programa de exposiciones específico. Aunque como hemos visto en los puntos anteriores son múltiples y variables los factores que tienen incidencia en el cálculo de los TE, por tanto, lo más adecuado será apostar por secuencias centradas en un valor refrendado por la experiencia de otros fotógrafos de eclipses totales de sol.

 

A continuación se muestra otra tabla basada en las tomas realizadas por el equipo TOTAL '99 promediada con los TE de la tabla anterior. Los valores se corresponden con una película de 100º ASA.

TABLA PARA EL CÁLCULO DEL TIEMPO DE EXPOSICIÓN DURANTE LA TOTALIDAD PARA DIFERENTES INSTANTES ASOCIADOS A ESTA (Tiempos en seg.)

Tablas de "tiempos de exposición" de la imágenes TOTAL´99 durante la totalidad y "configuraciones de instrumental y película" por observador

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