Un eclipse total de sol implica un fuerte bajada de la luminosidad ambiental hasta extremos que lo asemejan a la noche. Esto es así porque el flujo de la radiación solar disminuye ostensiblemente en las regiones terrestres donde la sombra lunar oculta a nuestro astro rey. ¿Que consecuencias tiene esto en las zonas afectados por el eclipse? y ¿de que magnitud son estas?.

 

Sabemos que la fauna local, y en cierta medida la flora, afectada por un eclipse total de sol muestra los efectos de este, principalmente durante la fase total. Es lógico pensar que estos comportamientos sean debidos a los cambios ambientales inducidos por el eclipse. Sin embargo, no existen demasiados estudios que aborden el tema en profundidad.

 

Uno de los aspectos principales de esta cuestión es su incidencia en los microclimas situados bajo la sombra lunar. La atmósfera, como veremos, es un fiel testigo de la variaciones del flujo de radiación proveniente del Sol.

 

Consciente de ello el equipo TOTAL ´99 diseño un programa destinado a la toma de datos climatológicos. Fundamentalmente se pretendía medir la evolución de la temperatura, la presión atmosférica, la humedad relativa, la velocidad del viento y el índice de nubosidad. No era difícil intuir que estos se verían afectados durante el eclipse, pero en que forma y magnitud era algo que desconocíamos.

 

Así mismo, se medió la variación de luminosidad ambiental con el objeto de realizar una curva descriptiva de esta y que pudiera ser relacionada con la evolución de los demás parámetros analizados. En este sentido, era interesante la relación de la curva de luminosidad con la del flujo de radiación, pero esto no pudo ser por un fallo en los radiómetros de que disponiamos.

 

En las paginas de esta sección se describen en detalle los resultados obtenidos, y como se puede ver, más que dejar cuestiones cerradas, se plantean nuevas líneas de investigación para futuros eclipses.